sábado, 11 de octubre de 2008

Myrna Ruiz Quispe



PÁJARO

Eras y eres pájaro sin rumbo, sin vuelo. Llenas la vida de color pero andas en blanco y negro. Caminas sin prisa, buscando la salida del mar, buscando algo que te pueda llenar. Respiras aire melancólico, meditabundo estás al no hallar felicidad.

Pájaro del reír, vuela con tus alas enormes por el cielo azul, vuela por encima del océano y deja que sus olas te acaricien las mejillas y no llores más. Pasea por las nubes y que el viento te ayude a respirar. Canta, Grita fuerte y que en tu canto sientas que la vida no es soledad. Cree en ti, en tu aleteo vigoroso y rebozante y siente, siente y sólo siente que en tu andar dejas huellas en el mar.


NIÑA SONRISA

Imagino, solo imagino. Imagino ser niña por un momento, perderme de este mundo, de esta casa, ser yo misma.


¡No puedo! La realidad me va aplastando, me reduce, ya no soy yo. ¿A dónde te fuiste? Estoy adormecida, sedantes antisueños corren por mi cuerpo y llegan a mi pecho.


Besos repartidos, ruegos compartidos, órdenes impartidas me quitan lentamente la vida.


¿Por qué lloras?


Una niña que con su sonrisa borra todo mi sentir. Me da un beso y ya no soy de aquí.


Telaraña, telaraña, besos asfixiantes, no me muevo, ya soy otra.


Máscaras, máscaras, me las quito en las noches, me cuesta sonreír.


Tu palabra es mi cárcel, ¡Córtate la lengua!


Déjame imaginar mirando la ventana donde corre la niña que me tiende la mano.


Imagino, solo imagino. La niña me ronda, es parte de mí. Sonrisas verdaderas, abrazos que me llenas, dulzura acogedora, caricias de olvidar, una mano extendida y suave me coge el alma y ya no soy de aquí.

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